EMISIONES, ¿EN EL OCÉANO?
ACIDIFICACIÓN DEL OCÉANO
Un efecto directo de la producción excesiva de CO2. Los océanos absorben hasta el 25% de las emisiones de carbono humanas, y gas se combina después con otros elementos como ácido carbólico. En los últimos 250 años, la acidez superficial del océano ha aumentado aproximadamente 30%, y se espera que la cifra llegue a 150% para 2100. El efecto de esto en la fauna oceánica es parecido a la osteoporosis en humanos: el ácido está disolviendo el esqueleto de los animales.
Cuando los océanos absorben CO2 se produce también efectos no deseados, ya que afecta también a la disminución del pH que tiene el agua de mar, lo que convierte sus aguas en más ácidas, especialmente en la capa superior de los 100 metros. A este fenómeno, produce lo que se llama la acidificación de los océanos y está cambiando a un ritmo sin precedentes.
Cuando contaminamos el aire, en realidad el océano se vuelve más ácido, tal como se muestra en la siguiente gráfica:
La acidificación de las aguas oceánicas perturba la fijación de carbonato de calcio (CaCO3) en los esqueletos o armazones de conchas, provoca el descenso de especies muy sensibles como erizos, moluscos y estrellas de mar, pone en riesgo a especies y ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, que constituyen la mayor fuente de ingresos y proteína para millones de personas en el mundo y, además de afectar a los organismos marinos podría incluso acelerar el cambio climático.
En la siguiente infografía entenderemos mejor los efectos:
Por otro lado, los estudios han demostrado que un ambiente más ácido en el mar tiene un efecto dramático en los ecosistemas acuáticos y algunas especies calcificadoras, incluyendo ostras, almejas, erizos de mar, corales de aguas poco profundas, corales de aguas profundas y plancton calcáreo. Cuando los organismos descascarados están en riesgo, toda la cadena alimentaria también puede estar en riesgo.